El consumo de energía eléctrica no contamina, pero sí contamina, y mucho, las actuales formas de obtener esa forma de energía. Actualmente, la mayoría de la energía eléctrica se obtiene por centrales térmicas, que contaminan la atmósfera, y centrales nucleares, que contaminan demasiado. Mientras las centrales térmicas producen gran parte del calentamiento global (efecto invernadero) y de la lluvia ácida, las centrales nucleares producen residuos radiactivos muy contaminantes y muy persistentes (millones de años de toxicidad) y con los que no se sabe qué hacer. El enterramiento de tales residuos es la solución habitual, pero lo difícil es encontrar el sitio adecuado que garantice seguridad por al menos, 10000 años, y que no esté cerca de lugares poblados por gente o animales. A parte, hay que tener en cuenta que los residuos tendrán que viajar hasta ese sitio, atravesando zonas pobladas y liberando su radiactividad.
Por tanto, el ahorro de energía es una cuestión de salud y no de economía: Aunque puedas pagar tus facturas de electricidad, consume lo justo. Un Mundo limpio es la mejor herencia.